¡vacaciones!

Para evitar la publicación intermitente de las últimas semanas, congelo el blog durante el próximo mes. Volveré a mitad de agosto con nuevas fuerzas.

China cierra las webs en las que los ciudadanos denunciaban la corrupción

Durante las últimas semanas, China ha vivido gracias a Internet una revolución contra la corrupción. Siguiendo el ejemplo de la India, media docena de páginas surgieron para que, de forma anónima los ciudadanos denunciaran los casos de corrupción que descubrían en su día a día. La mayoría no eran de gran cuantía, sólo el famoso guanxi, la corrupción de medio pelo que permite, por unos cientos de yuanes, agilizar trámites o evitar multas, pero dieron visibilidad a uno de los fenómenos que más cabrea a los ciudadanos. El aluvión fue inmenso. Algunos medios calculaban en más de 100.000 las denuncias. La cifra cobra sentido si se la compara con el número de condenados por este tipo de delitos que cada año publica el Gobierno, cerca de 150.000.

Ante la avalancha anticorrupción, algunos internautas vaticinaban que el Gobierno acabaría censurando las páginas, pero pasaban los días y seguían operativas. Esta semana, por fin, el Gobierno ha decidido cerrarlas permanentemente. El argumento principal ha sido el anonimato de las denuncias, el mismo que protegía a los usuarios del miedo a represalias. Las autoridades mantienen que la ausencia de registro y datos personales favorece las denuncias falsas y las venganzas personales. Llama la atención, sin embargo, que la medida no se haya tomado antes y sea ahora, cuando las denuncias amenazan con empañar el brillo del aniversario del partido comunista, cuando de repente haya decidido proteger a sus funcionarios de la envidia ajena.

China libera a Ai Wei Wei

El Gobierno chino ha liberado a Ai Wei Wei, pero mantiene los cargos contra él. Otros muchos siguen presos o amenazados.

Reflexión: Aunque Ai Wei Wei fue durante semanas uno de los términos más buscados en China, hay muchos ciudadanos que ni siquiera le conocen. No me refiero a su militancia política, no le conocen ni siquiera como artista. La ignorancia sobre cuestiones internas es tan grande en algunos segmentos de la población que un conocido local me reconoció hace poco que Ai Wei Wei existía. Días antes, mantenía que si hubieran detenido a un artista chino famoso en el mundo entero toda la población se habría enterado.

Reflexión 2: Desde que fue liberado, Ai no ha hecho ninguna declaración de trascendencia. Al parecer se limitó a explicar a los periodistas que le esperaban a las puertas de su casa que en prisión él mismo se había cortado el pelo.  Habrá que esperar, pero todo indica que mientras pese sobre él la prohibición de salir al extranjero, China ha conseguido acallar una de las voces más lúcidas con las que contaban los disidentes del régimen.

Reflexión 3: Pekín aclara que no se amilana ante nadie. Le detuvo por que quiso y le ha liberado por la misma razón.